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viernes, 8 de febrero de 2019

4 cosas sobre las que dejar de pelear con tus hijos - ¡Ya!


Por Fátima Calderón

Si sientes que te la pasas solo gritando en casa, o que discutes demasiado con tus hijos, entonces puede que sea tiempo de cambiar de táctica, de probar nuevas estrategias.

Los gritos y discusiones constantes no son saludables, ni para ti ni para ninguno de los involucrados.

Solo porque nuestros niños están bajo nuestro cuidado y son menores de edad, no significa que no merecen el mismo respeto que le daríamos a un adulto o que ganaremos algo bueno con tanto pelearles. "Más moscas se cazan con una gota de miel que con un barril de vinagre". He aquí cuatro cosas sobre las que ya no deberías pelear con tus hijos:

     1. Dormir.

Los niños necesitan dormir y esto no es negociable
Organícense en casa para establecer un horario de acostarse y que se respete. Los niños se acuestan más temprano que los adultos porque necesitan más sueño.
Quita las distracciones de su habitación: No deberían tener televisor ni consolas de juegos (o por lo menos deberías desconectarlas o quitarle los mandos/controles a cierta hora).
Si eres constante (siempre a la misma hora y la misma rutina), se acabarán las discusiones al respecto.


     2. Quehaceres.

No importa el método que uses en tu casa: ya sea que los chicos tengan que participar en los quehaceres como parte normal de una familia funcional o ya sea que les pagues por ayudar. Los quehaceres no son debatibles. Aquí se puede aprender de los maestros de escuela: ellos no le gritan ni pelean a los niños sobre los deberes escolares. Simplemente si no los hacen reciben una penalidad (una calificación, por ejemplo). Establece consecuencias en tu casa y siempre cúmplelas, sin tener que discutir.


     3. Actividades extra-escolares.

Hay que admitir que la escuela no es fácil, que quizás sea más difícil ahora para nuestros niños que en nuestros tiempos. La presión académica, actividades, clubes, presiones sociales más tener una buena alimentación y buenos hábitos de dormir - todo puede ser muy abrumador, y la presión aumenta mientras crecen. Si tu hijo te ruega por no hacer una actividad, escúchale. Quizás es simplemente que no le gusta y prefiera otra, o quizás no pueda con tantas presiones.  Conversa con él y juntos lleguen al fondo de lo que él necesita y lo que es mejor para él.


     4. Preferencia personal.

Así es, tu hijo puede tener gustos distintos a los tuyos en cuanto a la música, películas, libros, y ropa. Mientras sus gustos no sean ofensivos, dale la libertad de expresarse a su manera, no lo obliges a ser una copia a carbón tuya. No busques más razones por la que pelearle.

Hay que encontrar el equilibrio entre lograr que nuestros hijos nos hagan caso y a la vez que aprendan lecciones de vida. Las peleas y las discusiones nos roban la paz y la armonía y son ruido que interfieren en nuestra relación con nuestros hijos, no les permite escucharnos ni nosotras a ellos. Hay que saber que batallas son de pelear y qué cosas simplemente no valen la pena.