Toooodas hemos experimentado la metida de otra mamá sobre
lo que hacemos o no hacemos con nuestros hijos... Y si tú no lo has
experimentado... sorpresa, es que la metida quizás seas tú.
Ya sabes a lo que me refiero, a aquellas mamás que
siempre tienen un consejo, que siempre encuentran qué criticar. Es una práctica
de siempre, pero ahora más frecuente gracias al Internet. Ahí es cuando sacamos
las uñas de verdad.
“Qué mala madre por dar de pecho todavía al hijo tan
grande, parece incesto”.
“Qué madre tan haragana por sólo darle fórmula a su bebé
en vez de amamantar”.
“Qué estupida ésta por cargar al niño así”.
“Yo soy mamá de cuatro y te puedo decir que así no....”.
Etc, Etc, Etc. Ejemplos hay muchos, y es que en todo nos
podemos meter.
¿Por qué? ¿Por qué las mamás nos metemos tanto con otras
mamás?
La doctora psicoterapeuta Melissa Divaris Thompson dice
que algunas mamás se vuelven metidas como una manera de validar sus propias
habilidades como madres, "para sentirse un poco mejor sobre ellas mismas,
aunque sea inconscientemente", dice la doctora. Es decir, lo hacemos para
tapar nuestras propias inseguridades. Es más fácil juzgar y criticar que
aceptar que otra madre tenga una forma distinta de hacer algo y que pueda hasta
ser mejor que la nuestra.
Esto conduce a situaciones donde todas perdemos: las
madres que están a la defensiva atacan a otras mamás y éstas en consecuencia se
vuelven inseguras de sus propias decisiones.
Y las redes sociales empeoran las cosas. Nos dan una
valentía -tras el anonimato- para decir cosas que no nos atreveríamos a decir
en persona. Si es en contra de una mamá famosa pues peor, porque ahí nuestras
inseguridades (y nuestra envidia) explotan más.
Tenemos que recordar que vivimos en una sociedad que no
es generosa ni bondadosa con las mujeres. ¿Por qué entonces atacarnos unas a
las otras? Cada vez que nos metemos, que criticamos, que ofrecemos un comentario
negativo, estamos haciendo una elección y estamos eligiendo ser esa clase de
persona que se mete, que critica, que es negativa. ¿Por qué no escogerlo
contrario?
Es muy probable que este fenómeno de las madres metidas
no se acabe nunca, por eso, en un próximo artículo analizaremos cómo lidiar con
esas madres que se meten.
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