Ah, ¡Cómo extraño mi departamento de soltera! Cada cosa en su lugar, el piso siempre brillando, los platos siempre lavados, la ropa siempre en sus cajones.
¿Qué me pasó con Viviana? ¿Cómo me convertí en el desorden que soy hoy?
Cuando tuve a Diego, como pasé 7 meses en casa, llevé la nitidez y la limpieza al extremo; mi casa literalmente brillaba de limpia. También cuando empecé a trabajar de nuevo, era relativamente fácil mantener la casa en orden.
Pero a partir de Viviana poco a poco me derrumbé por completo: mientras más juguetes y artefactos se acumulaban en nuestro pequeño departamento, simplemente se me agotó la energía ni el interés.
Ahora mi casa es un desastre y un cuadro totalmente diferente a lo que fuera alguna vez: ropa acumulada por todos lados, juguetes por todos los cuartos, platos sin lavar hasta el otro día, ¡y qué polvo! Cuando terminamos de recoger, siento que el orden dura sólo unos minutos y todo vuelve a liarse con rapidez.
Estoy resuelta en 6 meses a recuperar un 90% del orden que perdí. Enlistaré mejor a los muchachos (incluyendo al manganzón de mi esposo) para que sean más consistentes con su ayuda (¿por qué tengo que ser solamente yo día tras día con la ayuda solo ocasional de los demás?).
Espero que poniendo mis objetivos y pasos por escrito tenga una motivación extra para alcanzar la meta.
Veremos en diciembre que tal me va con mi propósito.
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