Error: Hacer de su cama un zoológico de animales de peluche.
Si los ositos y las vaquitas ocupan un lugar de honor en la almohada, lo que estás dejando entender es que la cama es para abrazar, no para la pasión. Y un tocador lleno de adornitos no va a inspirar a ninguno de ustedes a la acción pues dice “soy inmadura, soy una niña, y por lo tanto no un ser sexual.” No es que tienen que cubrir la habitación de piso a techo de terciopelo estampado de leopardo, pero sí que deben incluir algo que los haga sentir sensual a ambos. Eso no quiere decir que el cuarto no puede tener un cierto aire femenino - es un refugio importante para usted, después de todo - pero necesita sentirse adulto y sexy para él también.
Error: Dejar la TV encendida.
Tirados en la cama, tú, él y la tele: ¿Qué hay de malo en eso? Nada - simplemente que no conduce necesariamente al sexo. Un estudio italiano encontró que las parejas que tienen un televisor en el dormitorio tienen relaciones sexuales con la mitad de frecuencia que aquellos que no. Como dice la Dra. Lana Holstein, M.D., fundadora de un centro de intimidad para parejas, el Intimate Growth Partners center en Tucson, Arizona: "Nuestras vidas sexuales son sufren por todo lo demás en nuestra vida - trabajo, los niños - de modo que la intimidad es algo que hay que proteger con consciencia."
Muchas mujeres tienen relaciones sexuales para poner al hombre de buen humor antes de darle la noticia de que se han gastado una mini fortuna en un bolso nuevo, o niegan el sexo hasta que él prometa comprarle un anillo nuevo, o lo que sea. Pero esto es un mal hábito pues da lugar a todo tipo de resentimientos. Además, cuando tú estás tan centrada en el castigo o la recompensa se te puede olvidar disfrutar del acto tú también.
Error: Ser una mamá alfa (pero una esposa zeta).
Seguro que no quieres a tu marido menos ahora que el bebé está aquí - de hecho, es posible que lo ames aún más. Pero no serías la primera mamá que se pasa el día tan abrumada con el cuidado del bebé que al final del día se ha agotado su cuota de atención. Después de pasarse todo el día siendo babeada y acurrucada, simplemente no tiene ganas de que la acaricie ni la babee nadie. Totalmente comprensible, pero si se encuentra negándose al sexo muy a menudo tal vez llegue al punto de que él deja de pedírselo. Y eso no es bueno para ninguno de los dos.
Para que su vida sexual sobrevivir los años preescolares de su hijo, tenga en cuenta que, aunque su amor es infinito, su energía no. Es por eso que es importante tomarse un descanso en el día para tomar un baño, leer en la bañera, estar un tiempo a solas para reconectarse con su cuerpo antes de estar lista para buscarlo o dejarse buscar.
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